El Suburbano de Madrid.

Este ferrocarril, que surgió con un planteamiento mucho más ambicioso y revolucionario que el del propio metropolitano de Madrid, sirvió de modelo para las posteriores ampliaciones de éste, y terminaría siendo absorbido por esta compañía, y atravesando por las diferentes etapas de gestión de los diversos propietarios que ha tenido a lo largo de sus años de funcionamiento.

Con el importante aumento de la población madrileña en la década de los cuarenta surgen nuevos barrios en el extrarradio de la capital, en general muy mal comunicados con el centro de la ciudad. Para paliar esta situación, el Ayuntamiento de Madrid había proyectado un plan basado en dos líneas suburbanas, resucitando un antiguo proyecto de 1932, elaborado por el ingeniero José María Paz Casañé. La primera desde Moncloa a la Ciudad Universitaria, Peña Grande y el Hipódromo, mediante una red de superficie hacia el Noroeste de Madrid, hasta Aravaca y La Florida. Mientras que el segundo era el que se denominó «Ferrocarril Suburbano de Carabanchel» (FCS), conocido vulgarmente como Suburbano, entre Chamartín de la Rosa, al norte de la ciudad y el área comprendida entre Carabanchel y Usera, y que se llevaría a cabo prácticamente en su totalidad, con el paso de los años.
Este proyecto incorporaba nuevos elementos e innovaciones prácticamente desconocidos hasta aquella fecha, como por ejemplo el andén central de las estaciones, las escaleras mecánicas y ascensores para el acceso a estas, etc. además de combinar los trazados subterráneos con los de superficie, según las conveniencias.
El 4 de febrero de 1961 fue inaugurado el trazado, de 9´4 kilómetros de longitud (de ellos, aproximadamente 4 kilómetros en túnel), que iba desde la Plaza de España hasta Carabanchel, contando con las estaciones intermedias de El Lago, Batán, Campamento, y Aluche. Ese mismo día se inauguraba también en Madrid el tramo de Tetuán a la Plaza de Castilla, de la línea 1 del Metro.

 
Al poco tiempo, después de producirse la inauguración, y a demanda de los viajeros del ferrocarril de vía métrica de Madrid – Almorox, se construyó la estación de Empalme, para facilitar el enlace entre ambos ferrocarriles, posibilitando el transbordo entre ambas líneas. Por este motivo comenzó abriéndose solamente al servicio cuando coincidían las circulaciones de correspondencia. Posteriormente, debido al desarrollo de las viviendas de la zona, la estación de Empalme tomó entidad propia, quedando ya definitivamente con servicio permanente, a pesar del cierre del Ferrocarril Madrid – Almorox en 1969.

Desde su inauguración, el Suburbano estuvo dirigido en todos los aspectos por la Compañía Metropolitano de Madrid, por un convenio con EFE, a modo de concesión, a cambio de una contraprestación económica, en virtud del Decreto de 22 de diciembre de 1960, y firmado el 18 de enero de 1961.
El Suburbano operó con sus propias tarifas independientes hasta que el 2 de marzo de 1970 quedaron unificadas con las del Metro, desapareciendo los controles de paso entre ambas redes.
El 29 de octubre de 1976, el tramo Aluche – Carabanchel del FCS, fue cedido al Metro, integrándose en la línea 5 del metropolitano madrileño, precisamente al entrar en servicio la línea de Renfe entre Aluche y Móstoles, con el objetivo de convertir a Aluche en un nudo básico de enlace de las tres explotaciones: la del FCS (de FEVE), la del ferrocarril a Móstoles (de Renfe) y la del Metro de Madrid (línea 5), a lo que se sumaban a este intercambiador de transportes, las líneas de autobuses.

La Ley del Ferrocarril Metropolitano de Madrid de 8 de noviembre de 1979 declaró la asunción por parte del Ayuntamiento de Madrid, tanto del Metro como del Suburbano, siendo gestionados desde 1986 ambos ferrocarriles como una unidad de empresa por parte de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de Madrid.
Pocos días después, el 15 de noviembre de 1979 el BOE publicaba la Ley que dictaba la desprivatización del Metro madrileño. En cuanto al Suburbano, perteneciente a FEVE, pasaba al Ayuntamiento, su inicial propietario y promotor de esta iniciativa ferroviaria, encargándose de él la sociedad gestora que también administraba el Metro, dirigiendo ambas compañías ferroviarias en unidad de empresa. De esta manera, el Suburbano era absorbido y definitivamente integrado en la red del metro.

El 18 de diciembre de 1981 se inaugura la prolongación del FCS desde Plaza de España hasta Alonso Martínez, con la única estación intermedia de Tribunal, y 1´4 kilómetros de longitud, perteneciente a una pequeña parte del primer tramo de la concesión original.
Con la entrada en servicio en 1976 del ferrocarril Aluche – Móstoles, de Renfe, y la prolongación del Suburbano desde Plaza de España hasta Alonso Martínez, unido al desarrollo urbanístico en este área de Madrid, multiplicó el número de viajeros obligando a ampliar las instalaciones y a adquirir nuevos coches, entre 1976 y 1982, los cuales integrarían la segunda subserie (40 coches motores y 12 coches remolques).
El tramo Fuencarral – Nuevos Ministerios, de 5.802´36 metros de longitud, inaugurado como la línea 8 del Metro el 10 de Octubre de 1982 se anexionó a la línea del antiguo Suburbano al abrirse al tráfico el tramo Alonso Martínez – Nuevos Ministerios, con lo que quedaba alcanzado el objetivo del primer tramo del planteamiento inicial de esta línea, en dirección hacia Chamartín de la Rosa.
El 24 de marzo de 1986 se firmaba el traspaso a lo que sería el Consorcio Regional de Transportes, terminándose de esta manera la intervención Estatal en la gestión de la Compañía del Metro, que desde unos años antes venía padeciendo, ante su complicada situación económico-financiera, a través del denominado Consejo de Intervención.
(Fuentes: Via Libre y Anden 2)

Enlaces de interes: Historias Matritenses.

El Ferrocarril Suburbano de Madrid: Plaza de España – Carabanchel (I)

El Ferrocarril Suburbano de Madrid: Plaza de España – Carabanchel (II)

El Ferrocarril Suburbano de Madrid: Plaza de España – Carabanchel (III)